La intolerancia al gluten

Una de las intolerancias que más estamos escuchando últimamente, junto a la intolerancia a la lactosa, es la intolerancia al gluten.Una enfermedad, la celíaca, que se puede desarrollar en cualquier momento de la vida de las personas.

Desde este pequeño rincón de nuestro blog queremos orientaros de cuándo sospechar si nuestro hijo puede padecer esta intolerancia, qué alimentos contienen gluten, cómo se trata y qué complicaciones puede acarrear.

Gluten

Gluten

Cuándo sospechar si mi hijo es celíaco

La sintomatología de esta enfermedad es amplia y variada. En los más pequeños, depende del momento de introducción del gluten en la dieta: diarrea crónica, vómitos, falta de apetito, dolor abdominal, alteración del carácter, retraso en el aumento de talla y peso, etc. En los mayores, pueden no aparecer síntomas digestivos. Es habitual una talla baja, cefalea, anemia ferropénica, aftas, artritis, etc.

Pacientes que padecen ciertas enfermedades se consideran de riesgo: dermatitis herpetiforme, síndrome de Down, intolerancia a la lactosa, déficit de lg A, o enfermedades autoinmunes.

Si hay algún familiar con esta enfemedad, ya que se trata de una enfermedad con factores genéticos, inmunológicos y ambientales.

El diagnóstico definitivo se realiza a través de una biopsia intestinal.

Qué alimentos contienen gluten

El gluten es una proteína presente en ciertos alimentos como el trigo, la cebada, centeno, triticale y avena; y, por lo tanto, en todo tipo de alimentos derivados de éstos.

Cuando se consumen productos manufacturados debe cerciorarse uno de que no hay ni gluten ni trazas.

Cómo se trata

El único tratamiento eficaz es una dieta exenta de gluten.

Complicaciones

Se aumenta el riesgo de carcinomas, linfomas y enfermedades como osteoporosis, enfermedades autoinmunes, etc.

Gastroenteritis, un mal común en niños

La gastroenteritis es una de las enfermedades pediátricas más comunes. Su síntoma habitual es la diarrea, acompañada o no de náuseas, vómitos, fiebre o dolor abdominal.

Desde este apartado te enseñaremos cómo actuar, prevenir y cuándo acudir al médico.

Tratamiento

  • Prevenir la deshidratación es lo primero. Ofrecer agua con frecuencia en pequeñas cantidades. Si el caso es intenso, habrá que administrar una solución de rehidratación oral, disponible en farmacias.
  • Reintroducción precoz de la alimentación. La lactancia materna debe mantenerse a demanda y los más mayores deben continuar su alimentación habitual, respetando su apetito.
  • Evitar el uso de medicinas. Salvo que lo prescriba el médico o antitérmicos en caso necesario. Otra medicación no prescrita alarga la enfermedad.

Prevención

  • Lavarse cuidadosamente las manos tras el cambio de pañal, el aseo infantil o el uso de retrete.
  • Cuidado en la conservación y congelación de alimentos, y lavado de frutas y verduras.
  • Buena higiene anets de manipular alimentos o comer.
  • Vacuna rotavirus.

Cuándo acudir al pediatra

  • Ante signos de deshidratación (ojos hundidos, deterioro del estado general, decaimiento, sequedad de la piel, etc.).
  • Lactantes de menos de 3 meses con fiebre.
  • Vómitos persistentes y deposiciones abundantes.
  • Con enfermedad crónica, tipo diabetes.
  • Heces con sangre, pus o mocos.
  • Intoxicación alimentaria.
  • Viaje reciente al extranjero.