Vómitos

Los vómitos, expulsión forzada del contenido gástrico, son una causa muy frecuente de consulta pediátrica. No debe confundirse con la regurgitación (expulsión no forzada).

¿Qué hacer en caso de vómito en el niño?

Lo primero es valorar el estado del pequeño, características del vómito, si existe alguna causa y si va acompañado de otros síntomas.

Si su estado general es bueno y no hay signos de alarma que nos inviten a acudir al pediatra, lo importante es evitar la deshidratación. Para ello se aconseja dar pequeñas cantidades de líquidos azucarados para tratar la cetosis que va asociada (si va asociado de diarrea, es preferible emplear soluciones de rehidratación oral disponibles en farmacia).

Las soluciones caseras, los refrescos comerciales y las bebidas para deportistas deben evitarse, ya que pueden provocar males mayores.

Cuando el pequeño comience a encontrase mejor comenzar a alimentar con comida blanda en tomas pequeñas hasta llegar a una alimentación normal (el propio niño lo irá pidiendo).

¿Cuándo hay que acudir a urgencias o al pediatra?

  • Si tiene menos de 4 meses y ha vomitado 2 o más tomas.
  • Si persisten los vómitos.
  • Si tiene afectación del estado general.
  • Antecedente de traumatismo craneoencefálico o abdominal.
  • Signos de deshidratación.
  • Ante alteraciones neurológicas.
  • Sangre, bilis o heces en el vómito.
  • Si ha ingerido algún medicamento o tóxico.
  • Vómitos proyectivos en niños de 3-6 semanas.

Y siempre, siempre, siempre que tengamos la mínima duda debemos acudir a un especialista.

 

 

 

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